Clasicismo

Clasicismo es la denominación historiográfica de un movimiento cultural, estético e intelectual inspirado en los patrones estéticos y filosóficos de la Antigüedad clásica, que se desarrolló de forma simultánea a los distintos estilos artísticos y movimientos literarios de la Edad Moderna.
Se expresó en todos los dominios del arte, desde la arquitectura y la música hasta la pintura y la literatura. Aparece junto con el Manierismo, que a su vez dio paso al Barroco y éste al Rococó; siendo renovado a través del Neoclasicismo y atacado por el Romanticismo. Llegó a ser la tendencia dominante en las artes y el pensamiento occidentales durante buena parte de los siglos XVIII y XIX, en su vertiente institucionalizada en las academias (el academicismo). Como su propio nombre indica se inspiró en los patrones del arte y el pensamiento del mundo clásico (la Antigua Grecia y la Antigua Roma). El clasicismo, sin embargo, tiene sus orígenes más inmediatos en la continuidad de los valores del Renacimiento, junto a la búsqueda del conocimiento y la perfección que caracterizan al humanismo. El clasicismo recupera todo ello y lo convierte en un nuevo canon que aspira a lograr la perfección absoluta a través del arte, tanto en la pintura como en la música y en la literatura.De hecho, se denomina también "Clasicismo" a una fase del Renacimiento italiano, el Renacimiento pleno del primer cuarto del siglo XVI, cuando convivieron las figuras de "los cuatro grandes" (Leonardo, Bramante, Rafael y Miguel Ángel) que hicieron pasar el centro del arte de Florencia a Roma (los tres últimos, mientras que el primero terminó sus días en Francia, que se abrió a la influencia italiana -escuela de Fontainebleau- como toda Europa -Renacimiento nórdico, Alto Renacimiento español-). 7 El clasicismo tuvo en el comienzo del siglo XVII una contradicción con el Barroco, inicialmente en el terreno de la pintura (los Carracci o Guido Reni frente a Caravaggio) y que con el paso de los años se extendió, como batalla de ideas, al terreno de la literatura, justo cuando los cánones barrocos la dominaban casi por completo. El clasicismo se impuso en el campo de las letras a finales del siglo XVII, quedando fijado en el ensayo de Boileau L'art poëtique (El arte poética), (1674). En él, aboga por una literatura emocional que llegue a los sentimientos del lector/espectador, pero que lo haga a través de los filtros del intelecto. De esta forma, Boileau carga contra los excesos de lo que posteriormente se denominará Barroco y Rococó, y apuesta por la recuperación de la solemnidad clásica y de los valores de la armonía y el equilibrio que dominaron la literatura de la Antigüedad. Se busca la armonía y el equilibrio entre el fondo y la forma, el control consciente en el desarrollo de los temas y el sentido de orden racional y proporción formal.

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